La ‘guerra de los mayores’ en Yepes no termina después de cuatro años de enfrentamiento
Yepes acogió el pasado 26 de Junio dos cenas por la fiesta de los abuelos, una de la asociación de pensionistas tradicional y otra de la creada por el Ayuntamiento. La coincidencia reaviva la polémica
Yepes es uno de los municipios toledanos que más honra a San Joaquín y Santa Ana, los patrones de los abuelos y por extensión de toda la Tercera Edad. Pero el día 26 se celebró la festividad dividida en dos cenas conmemorativas. Una estaba organizada por la asociación tradicional de pensionistas del municipio, la ‘Fray Diego’ de Yepes, y la otra por la asociación municipal de mayores patrocinada por el Ayuntamiento de la comarca de Ocaña.
Para entender esta división de homenajes en un municipio pequeño hay que remontarse a hace cuatro años, cuando estallaba la ‘Guerra de los mayores’. El conflicto estalló cuando el entonces electo alcalde de Yepes, Antonio Rodríguez-Tembleco, desalojaba a la asociación ‘Fray Diego’ del Hogar Municipal de la Tercera Edad. Para ello, alegaba que la asociación hacía un uso privativo de esta instalación pública, por lo que quería preservar el acceso de todos los ancianos a ella. Para ello, puso en marcha una asociación municipal para regir el Hogar, garantizando a ella el acceso a todos los ancianos con servicios gratuitos.
Estas limitaciones de acceso al Hogar fueron desmentidas por el presidente de la ‘Fray Diego’, Román Monroy, que inició una serie de protestas como manifestaciones en la capital toledana. Monroy mantuvo que en su larga historia, pese a financiarse con cuotas de sus miembros, la asociación nunca negó la entrada al Hogar a otros mayores. El conflicto termino de envenenarse con implicaciones políticas, ya que los partidarios del alcalde denunciaban una afinidad de la asociación al PSOE, que justificaban en su acceso a subvenciones de la Junta. Mientras, los proclives a la ‘Fray Diego’ apuntaban a la filiación del regidor al PP, que habría actuado ‘engañado’ por ancianos afines suyos sobre como regía el Hogar la asociación.
El hecho es que el alcalde llevó adelante el desalojo de la ‘Fray Diego’ del Hogar y la creación de la asociación municipal. Una decisión que quedó convalidada por la Justicia, al desestimarse un recurso contencioso que presentó la ‘Fray Diego’. Eso sí, la asociación histórica ha seguido funcionando a pesar de la competencia del Consistorio, gracias a su trayectoria. Y, a día de hoy, a los ancianos yeperos les trae al pairo quien lleva la razón en esta historia, porque ambas partes coinciden en que muchos de ellos están afiliados a la vez en las dos asociaciones.
Toca elegir.
En los últimos años, esto no fue un problema para festejar a los patrones, porque los dos colectivos no coincidían en sus festejos y los ‘agentes dobles’ tenían fiesta duplicada. Pero este año, después de que Rodríguez-Tembleco haya sido reelegido, sí ha habido coincidencia en el día en que se harán las cenas, aunque no en el lugar: la asociación municipal hará su ágape en el Hogar y la ‘Fray Diego’ en el Silo. Quien quiera hacer doblete, deberá hacer una carrera con el bocado entre los dientes.
Bromas aparte, Monroy entiende que con la coincidencia el alcalde reaviva la división entre los ancianos. Aunque lo que más le molesta es que el regidor ni siquiera envíe un concejal de su equipo a sus actos. «A nosotros nos invitó a los festejos de San Antonio Abad, y nosotros quisimos corresponderle», lamenta el presidente de la ‘Fray Diego’ señalando que pudo haber acudido a la Misa de Difuntos que su grupo convocó hace unos días. Monroy espera contar con más de 200 ancianos en su cena.
Por su parte, el alcalde espera contar con unos 400 ancianos en la de su asociación, aunque reconoce que «algunos irán a la de ‘Fray Diego’ porque son socios de las dos asociaciones. Este año tendrán que elegir». Eso sí, afirma que la coincidencia de la cena municipal con la del otro colectivo «no se ha buscado, dicho en plata, para putear». Matiza que en los dos años anteriores no se hizo la cena municipal en la festividad, sino días de después por tener compromisos de trabajo el equipo de Gobierno, lo que no ha pasado ahora. Por otro lado, justifica el no poder acudir a la cena de asociación en que «como alcalde, tengo que estar en la de la asociación municipal».
El alcalde sigue abierto a un diálogo para superar un conflicto que lleva camino de ser tan viejo como aquellos a quienes atañe. Por su parte, Monroy también está dispuesto a hablar, declarando que «si nos llama, estamos dispuestos a ir». Sería bueno que ambas partes fueran acercándose, no sea que un día se enfrenten por quién se queda con San Joaquín y quién con Santa Ana.
Fuente: J.A.J./TOLEDO
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